O for a voice like Thunder,
and a tongue to drown the throat of war! When the senses are shaken and the soul is driven to madness… Who can stand? When the souls of the opressed fight in the troubled air that rages… Who can stand? When the whirlwind of fury comes from the Throne of God, when the frowns of his countenance drive the naciones together… Who can stand? When Sin clips his broad wings over the battle, and sails rejoicing in the Flood of Death, when souls are torn to everlasting fire, and finds of Hell rejoice upon the slain… O who can stand? O who hath caused this? O who can answer at the Throne of God? The Kings and the Nobles of the Land have done it! Hear it not, Heavens, thy Ministers have done it! |
¡Oh, quien tuviera una voz como el trueno, y una lengua para atenazar la garganta de la guerra! Cuando los sentidos se tambalean y el alma es conducida a la locura… ¿Quién puede resistir? Cuando las almas de los oprimidos luchan en el agitado aire enrarecido ¿Quién puede resistir? Cuando el torbellino de la furia procede del Trono de Dios, cuando es el ceño de Su Rostro el que lanza las naciones unas contra otras… ¿Quién puede resistir? Cuando Destino estrella sus inmensas alas sobre la batalla, y navega con regocijo sobre esa marea de Muerte, cuando las almas son arrastradas al fuego eterno, y los demonios del Infierno se deleitan sobre la matanza… Oh, ¿Quién puede resitir? ¿Quién, quién es el culpable? ¿Quién puede contestar ante el Trono de Dios? ¡Los Reyes y los Nobles de la Tierra lo han hecho! ¡No les escuchéis, Cielos, tus sacerdotes lo han hecho! |
¿Qué representa realmente este poema? ¿Un campo
de batalla, o el Infierno en la tierra? Bajo la atenta mirada de William Blake
(poeta, pintor y místico de finales del XVIII- XIX) la guerra se ha
transformado en una visión dantesca, apocalíptica y sobrenatural, donde miles de
seres humanos son arrastrados por fuerzas superiores hacia un vórtice de muerte
y de violencia. El mensaje del poeta, claro como un mazazo, clama al Cielo
contra la sinrazón de la guerra y culpa a los "agentes de Dios" (reyes, nobles y obispos) de arrastrar a los pueblos a la mutua destrucción. Y
es que son los estamentos superiores de clero y nobleza, cuyo poder procede
tradicionalmente de la voluntad divina, los culpables a los que Blake dirige su
dedo acusador [Thy Ministers have done it].
La obra de
Blake, tanto literaria como gráfica, está basada en una serie de visiones fantásticas de fuerza arrolladora;
quizás por ese motivo el texto se yergue como uno de los más estremecedores
alegatos anti-belicistas de la Historia [¡Oh quien tuviera una voz
como el trueno, y una lengua para atenazar la garganta de la guerra!"].
El sentimiento de horror que nos describe es totalmente atemporal: puede
responder a una batalla en la antigua tierra de Grecia, a la masacre de una
carga de caballería pesada en la Edad Media, o al atronador sonido de la
artillería en las trincheras de la II Guerra Mundial. La agonía y la muerte son
siempre las mismas.
"El cuerpo de Abel encontrado por Adán y Eva" William Blake, 1826 |
Sin embargo William Blake, amante del legendario británico medieval, contextualiza este poema en la célebre Guerra de las Dos Rosas, un conficto
que marcó el devenir de Inglaterra durante la Baja Edad Media. Cuando sólo
era un mero aprendiz de pintor, el joven Blake recorría Londres cuaderno en mano,
esbozando miles de copias de las iglesias góticas que encontraba a su paso, y
solazándose especialmente con los grabados de las tumbas de aquella realeza. Esta
afición, que acabaría por convertirse en un fuerte leif-motiv del
Romanticismo, desembocó en una de sus primeras obras, "Poetical Sketches" (1783), de la cual Loreena McKennitt extrae el fragmento "Prólogo al Rey Eduardo IV", rebautizándolo con el melancólico título de "Lullaby"
(Nana). Los primeros acordes de la canción, acompañados por la melodía de
una antigua canción de cuna, se ven poco a poco silenciados por el clamor de
una tormenta que se aproxima.
Eduardo IV y la Guerra de las Dos Rosas
(1455-1485) forman parte de uno de los episodios más convulsos de la historia
inglesa: un enfrentamiento civil (sin duda el más terrible de todos los
confictos) entre la Casa de York y la Casa de Lancaster, ambas familias
pretendientes al trono de Inglaterra por su origen común en la Casa Plantagenet. El pseudónimo "de las Dos
Rosas" es sin embargo fruto del romanticismo decimonónico en el que
vivió inmerso Blake, y hace alusión a los emblemas de ambas casas: la rosa blanca
de York, y la rosa roja de Lancaster. Los confictos bélicos de la Inglaterra
medieval, reales como Eduardo IV o mitológicos como el Rey Arturo, fueron una
fuente constante de inspiración para el movimiento romántico anglosajón. Y es que pocas cosas hay tan sublimes (entendiendo por "sublime" toda fuerza superior que por su belleza o grandiosidad escape a nuestra limitada razón) como la violencia y la muerte.
La Guerra de las Dos Rosas provocó la extinción de ambas casas, y William Shakespeare lo escribió así: "Y aquí profetizo: que esta querella de hoy (...) enviará, tanto de la Rosa Roja como de la Rosa Blanca, millares de almas a la muerte y a la noche eterna". La guerra debilitó enormemente las filas de la nobleza inglesa, dando término al feudalismo dominante y abriendo las puertas a un nuevo período histórico, el Renacimiento: la aristocracia quedó sumida en la ruina, los comerciantes tomaron el poder, y surgió de las cenizas un amonarquía centralizada bajo el cetro de los Tudor.
"La Batalla de Barnet" Manuscrito de Gante, finales del sg. XV |
La Guerra de las Dos Rosas provocó la extinción de ambas casas, y William Shakespeare lo escribió así: "Y aquí profetizo: que esta querella de hoy (...) enviará, tanto de la Rosa Roja como de la Rosa Blanca, millares de almas a la muerte y a la noche eterna". La guerra debilitó enormemente las filas de la nobleza inglesa, dando término al feudalismo dominante y abriendo las puertas a un nuevo período histórico, el Renacimiento: la aristocracia quedó sumida en la ruina, los comerciantes tomaron el poder, y surgió de las cenizas un amonarquía centralizada bajo el cetro de los Tudor.
La Rosa de los Tudor, un símbolo de Inglaterra |
El conficto se ha convertido en uno de los más
carismáticos de la historia inglesa, tanto que el escritor norteamericano George R.R.Martin se inspiró en él para crear el escenario de su serie de novelas de
fantasía "Canción de Hielo y Fuego", en la que la Casa Lannister (por Lancaster) y la Casa Stark (por York) luchan por el poder tras
la muerte sin descendencia de un rey de la Casa Baratheon (Plantagenet).
Hola! Encontré este blog buscando información sobre canciones de Loreena McKennitt. Me gusta mucho, y he cogido algunos párrafos para el Blog de Loreena que he creado: http://the-mystic-dream.blogspot.com/
ResponderEliminarSi quieres pasarte y echarle un vistazo, estaría encantada de poner este enlace.
Me encanto el post, ojala que sigas actualizando el blog.
ResponderEliminarGracias a los dos!
ResponderEliminarDRV, tu blog está genial, sigue actualizando ;)
Gonzalo, muchas gracias, ahora que estoy de vacaciones subiré algo nuevo, que tengo esto un poco abandonado ;)
Excelente, desde que descubri a lorenna su voz, su talento con el arpa y sus adaptaciones me atrapo pero ahora que veo tu post no me queda mas que felicitarte por tan buen trabajo y crónicas. felicitaciones.
ResponderEliminarDesde Venezuela, caracas con amor Víctor David
ResponderEliminarQue bueno
ResponderEliminarBuscaba la letra del Lullaby de Lorena mcK. para cantarla o recordarla y me encontré esto hace 5 años, en el 2016.
ResponderEliminarLa cagaste B. Lancaster, me parafraseo a mi misma ahora para recordar la historia de la guerra de las 2 rosas.
Como se cagó en su momento Blake, al que yo poco en voz de thor, y recordar las raíces nórdicas del inglés.
Se paciente, que la mierda alimenta.
Tienes mal el reloj, no es esa hora.
ResponderEliminar04-03-2921 02:46 a.m.
Corrijo: 2021
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